Salir de la rutina.

por Juan A. Currado

Al nacer estamos ante una cantidad infinita de información, es imposible procesarla toda junta. En ese momento el mundo se nos presenta demasiado caótico, necesitamos organizarlo para habitarlo. Para esto es que aprendemos desde muy chicos a seleccionar que mirar, a que darle importancia, que memorizar, que es imposible y que posible.

Durante ese aprendizaje se va configurando el “color de cristal” con que vemos la realidad. A partir de entonces se hace difícil ver sin filtros, sin juicios, mirar lo nunca visto, reconocer la totalidad más allá de los fragmentos, pensar trascendiendo las certezas.

Nuestra mente, identificada con su forma de mirar, crea una ley que dictamina de manera estricta lo que se puede y lo que no se puede. Cristaliza entonces todo lo que ve y lo toma como verdad absoluta e inmodificable. Es paradójico, el mismo filtro que nos abrió al mundo puede ahora dejarnos encerrados en ese mundo particular, como si fuera el único posible.

Para que la mente se libere de sí misma… necesitamos entrenarla para ir más allá de esos límites, más allá de lo de siempre. Requiere que nos animemos a dejar filtrar otras realidades, a descubrir nuevas posibilidades, a experimentar que es viable y más linda una vida con más variantes, con más colores.

Juan A. Currado
Lic. en Psicología. Universidad de Buenos Aires. M.N. 15.548
Asistencia Psicológica en consultorio (Palermo, CABA) y online (Skype).
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