27 nov 2008

Ecología de los saberes y paradigma emergente.





  Seis hombres, quisieron saber qué era un elefante. Como eran ciegos, decidieron hacerlo mediante el tacto.

    El primero en llegar junto al elefante, chocó contra su ancho y duro lomo y dijo: “Ya veo, es como una pared”. El segundo, palpando el colmillo, gritó: “Esto es tan agudo, redondo y liso que el elefante es como una lanza”. El tercero tocó la trompa retorcida y gritó: “¡Dios me libre! El elefante es como una serpiente”. El cuarto extendió su mano hasta la rodilla, palpó en torno y dijo: “Está claro, el elefante, es como una columna”. El quinto, que casualmente tocó una oreja, exclamó: “Aún el más ciego de los hombres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico”. El sexto, quien tocó la oscilante cola acotó: “El elefante es muy parecido a una soga”.

    Y así, los hombres discutían largo y tendido, cada uno excesivamente terco en su propia opinión y, aunque parcialmente en lo cierto, todos estaban equivocados. 
                                                                                                             Cuento Hindú

La herencia.

Así como hoy nos resulta lejano y absurdo cuando se creía que la plana tierra estaba sostenida por cuatro elefantes encima de una gigante tortuga, también es posible que llegue el tiempo en los que serán inverosímiles y distantes  los días en los que creíamos que el mundo era estático, sólido, hegemónico, compuesto por partículas separadas y determinado por una causalidad lineal.

Más que nunca vivimos una época en la que resulta evidente lo dinámico, lo líquido, lo interconectado, lo heterogéneo y lo indeterminado. Lo estático, lo sólido, lo separado, lo homogéneo y lo determinado cada vez va quedando más atrás en el tiempo, igual que fueron quedando en el pasado los cálculos basados en una supuesta Tierra plana después que comprobamos su redondez.


A pesar de las evidencias, aún prepondera una visión del mundo que poco sirve para dialogar con nuestro presente y futuro.
Somos herederos de un paradigma (newtoniano-cartesiano) que entendió y trató al universo como si se tratara de una gran maquina cuyos engranajes están formados por sólidas e indestructible partículas que coalicionan entré sí como bolas de billar… para luego continuar con su predecible recorrido. Es una cosmovisión  que desde el siglo XVI propició la fragmentación de todo aquello que quiso estudiar. Por esto es que acostumbramos a percibir, entender  y accionar de manera fragmentada y fragmentaria de la realidad. Es un proceder similar al del desmembrar las alas de una mariposa para estudiarlas y perder luego de vista que las alas son parte indivisible de un cuerpo y que todas sus partes son la mariposa.
El paradigma newtoniano-cartesiano cometió  el error de confundir el individualizar con el separar;  fue incapaz de comprender cómo las partes están implicadas entré sí y en el todo…y cómo el todo está implicado en las partes.

A pesar de habérselo fragmentado, el universo siguió siendo inconmensurable. Surgieron los especialistas que organizados en disciplinas se dedicaron a interrogar por separado a cada una de las partes. Inclusive, por ser tanta la información generada desde cada área, cada disciplina desarrolló su propio vocabulario. Se irguió una “torre de babel” desde la cual cada lenguaje trató al los otros como foráneos; el conocimiento procedente de cada especialidad quedó enclaustrado en compartimentos estancos; cada disciplina se aferro a lo propio y fueron ignoradas e ignorantes, descalificadas y descalificadoras  de los otros saberes. Les faltó integrar y enriquecer lo aprendido por cada una en una unidad de conocimiento y de acción que las incluya y trascienda. Hubo consecuencias cegadoras y asfixiantes para todas las disciplinas.



El aprendizaje.

Globalización meditante, cada vez es más obvio que no existe un “lugar aparte” al que nada le afecte. Las crisis a superar y los problemas a resolver son de escala global y atraviesan múltiples aspectos: ambientales, científicos, económicos, educativos, empresariales, energéticos, financieros, políticos, productivos, públicos, privados, biológicos, psicológicos, religiosos, tecnológicos, etc. Las soluciones son irreducibles a un solo ámbito, área o disciplina; se requiere del aporte de  todos los saberes.  Ya no se puede negar ni desconocer los  múltiples nexos, las relaciones, las interconexiones y las interpenetraciones en términos de energía, materia e información, entre lo uno y lo múltiple, entre lo simple y lo complejo, entre la unidad y la diversidad.

Cuanto más descubrimos las complejidades y los entrecruzamientos de una realidad impermanente, más constatamos que las herramientas conceptuales con las que operábamos son ineficaces y contraproducentes;  aunque también lo fueron en el pasado, a pesar de que sus consecuencias recién ahora evidenciamos.

Dichas consecuencias son generadoras de crisis que inciden en la vida entera de todos los humanos y de todo el planeta. Abarcan desde el ingerir un medicamento que hace bien a un lado pero que daña al otro, hasta el extinguir especies porque para sembrar más desmontamos bosques. “Mejoramos” una parte, pero arruinamos otra.

Hemos usado y abusado de herramientas conceptuales provistas por el paradigma mecanicista; gracias a ellas avanzamos en algunos aspectos, aunque también causaron problemas que no pueden resolver y que agravaremos cuanto más insistamos en usarlas.
Podemos mover, acomodar y re acomodar mil veces las herramientas en el tablero; pero no con ello obtendremos nuevos instrumentos, ni un nuevo tablero. Se precisa de otro tablero con otras herramientas superadoras.

Necesitamos de un meta-lenguaje, de una meta-visión  que nos permita aunar criterios, cosmovisiones, experiencias, conceptos, metodologías y acciones. Necesitamos re-elegir lo que deseamos y lo que necesitamos. Es preciso re-formular nuestros problemas en toda su complejidad, en toda su abarcabilidad, en toda su profundidad y en toda su trascendencia… para que las soluciones presentes no generen nuevos problemas en otras partes y/o a nosotros mismos más adelante. O sea, que si afuera esta nevando y porque sentimos frío deseamos calor, tenemos que evitar la insensatez de hacer fuego con la madera de las paredes de nuestra casa.




La oportunidad.

Ya fuimos especialistas en separar, en fragmentar, en hacer cada uno por su lado  y en crear antagonismos entre lo diferente.  

Que la cabeza de toro
no impida ver el manubrio
 y el asiento de bicicleta...
y viceversa.

Ahora, estamos ante una bifurcación de caminos evolutivos posibles. Una de las direcciones es por la que venimos; seguir por allí es más de lo mismo. La otra opción recién la estamos vislumbrado, es un nuevo paradigma que está emergiendo en las recientes décadas; consiste en otra manera de mirar y de entender el universo, es una forma de pensar y una práctica integral/holística. Se trata de  caminar hacia la posibilidad concreta de re-unir y abrazar las múltiples dimensiones de la vida, de re-ligar toda la información y de ver complementariedad donde antes sólo veíamos antagonismos. Es un intento por ir más allá de la lógica binaria de “A y no-A” para implementar la lógica del tercero incluido. Se trata de un encuentro entre la pluralidad de los conocimientos procedentes de diferentes ámbitos: académicos, populares, objetivos, subjetivos, materiales, biológicos, psicológicos, espirituales, individuales y colectivos.
Hoy, como nunca antes, tenemos acceso a la atesorada información y cosmovisión  de pueblos, civilizaciones y culturas. Es la gran oportunidad para que la globalización no resulte un hegemónico monólogo marginador, y sea sinónimo de diálogos  fecundos, incluyentes y trascendentes entre diferentes.

La “ecología de los saberes” es un concepto guía para el pensamiento y la acción; un facilitador para la comprensión de la complejidad implicada en el  entrecruzamiento de todos los acontecimientos y de las  relaciones existentes entre las partes y el todo.

Desde una consciencia emergente más amplia y profunda y con el correlato de su paradigma integral/holístico,  con claridad epistemológica, con estrategias metodológicas adecuadas y con un hacer coordinado y congruente… aún es posible sanar las heridas de los cortes infligimos al tejido de la existencia, aún estamos a tiempo de   sintonizar a nuestra civilización con la sinergía de la complementariedad inherente a los procesos evolutivos de la Vida.


Nunca antes nuestras decisiones afectaron de manera tan rápida (y posiblemente  irreversible) a todo el planeta.  Las globales circunstancias presentes son una invitación hacia otro paso evolutivo de nuestra consciencia, de lo que deseamos ser, de nuestra manera de estar en el mundo y de nuestro paradigma. Podemos aceptar o rechazar la invitación, pero sepamos que está decisión condicionará el futuro inmediato de la Humanidad y del Planeta.


Juan Antonio Currado

7 comentarios:

  1. Anónimo4/3/13, 2:11

    Que claridad en la expresion de las ideas, es una forma de unir la espiritualidad sin religiosidad con el conocimiento sin materialismo, creo que este paradigma reune las voces ignoradas o acalladas de muchos segmentos de las sociedades.

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  2. Gabriel Galarza30/3/13, 15:29

    J. Boaventura de Santos, ha logrado incidir en el pensamiento latinoamericano, particularmente en el mundo andino, donde sus propuestas se encuentran en algunas Constituciones, como caminos abiertos para nuestros pueblos, tales son los casos de Ecuador y Bolivia. La Ecología de Saberes ha ingresado al mundo universitario con obligatoriedad.

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    1. Gabriel: Desconocía a J. Boaventura de Santos, a partir de tu comentario busqué algunas cosas de él y me resulto interesante como para seguir ahondando. Gracias por tu aporte!

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  3. Buenas! Podría jurar que he estado en tu blog antes,
    pero después de navegar a través de él viendo algunos de los
    post me di cuenta de que es nuevo para mí.
    De todos modos, estoy encantado de haberme encontrado con esta página.

    La pondré en mis marcadores para volver de
    vez en cuando!

    My webpage: belleza

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  4. Muchas gracias por tus palabras. Un gusto saber te haya encantado el blog y que lo sigas visitando!

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  5. El pensamiento de Boaventuta de Santos es sublime en cuanto a la filosofía misma de la Epistemología del Sur, base central del socialismo bien llevado, lamentablemente prostituido y politizado en Ecuador por Rafael Correa quien denomina "socialismo del siglo XXI". Un capitalismo disfrazado de socialismo extractivista sin respetar los saberes ancestrales y la naturaleza misma y a sus pueblos indígenas. De Santos se arrastraría al ver como manipularon en Ecuador su filosofía para someter al pueblo ecuatoriano al fascismo y dictadura misógina de un demente mal acostumbrado a insultar a diestra y siniestra al que hoy por hoy pocos denominan presidente.

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